¿Cómo es un tratamiento de protonterapia?

Un tratamiento de protonterapia sigue habitualmente los siguientes pasos:

• Primera consulta con el Oncólogo Radioterapeuta. El oncólogo radioterapeuta revisará su historia, le examinará y decidirá cuál es la forma de tratamiento óptima. Puede ser que se le solicite alguna prueba de imagen extra, tal como una resonancia, un PET, un análisis o alguna otra prueba para precisar la zona a tratar. Se le dará una cita para realizar la simulación del tratamiento.
• Simulación del tratamiento. Consiste en la adquisición de una imagen de tomografía computarizada (TAC), a partir de la cual se planificará el tratamiento. El equipo médico determinará cual es la mejor posición en la que debes permanecer. Se emplean almohadones e inmovilizadores que te ayudarán a permanecer en una posición cómoda y reproducible cada día. Es importante permanecer acostado y quieto y por lo tanto, es vital encontrar una posición cómoda. En alguna ocasión es necesario realizar una «máscara» con un material plástico, que sirve para inmovilizar determinadas zonas (cabeza, tórax, etc.). Es probable que se te coloquen marcadores temporales o tatuajes en la piel que ayudarán a reproducir dicha posición en los días sucesivos. No trate de eliminar dichas marcas.
• Definición de la zona a irradiar. A partir de estudios de imagen como PET, resonancia magnética o TAC, el oncólogo radioterapeuta decide cual es el área a irradiar, la dosis y el número de sesiones.
• Planificación de la trayectoria de los protones con pruebas por imágenes. Los radiofísicos y técnicos dosimetristas determinan cómo han de incidir los haces de protones para destruir las células cancerosas e irradiando lo menos posible el tejido sano para minimizar toxicidades por la irradiación y efectos secundarios.
• Tratamiento. A lo largo de todas las sesiones de tratamiento, se le colocará en la misma posición que en la imagen a partir de la cual se calculó el tratamiento, junto con los inmovilizadores y colchonetas de dicho día. Es importante permanecer quieto durante todo el tratamiento para asegurar la máxima precisión.