El meu Congrés Valencià

Sumario:

Martes 23 de junio, 8 horas menos 10 minutos de la mañana, plaza de San Francisco, Zaragoza. Ahí estoy, esperando a Esther (compañera radiofísica, persona responsable y puntual como la que más) y también a la que hace un mes ha dejado de ser residente para pasar a ser especialista en Radiofísica Hospitalaria en busca […]

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Martes 23 de junio, 8 horas menos 10 minutos de la mañana, plaza de San Francisco, Zaragoza. Ahí estoy, esperando a Esther (compañera radiofísica, persona responsable y puntual como la que más) y también a la que hace un mes ha dejado de ser residente para pasar a ser especialista en Radiofísica Hospitalaria en busca de trabajo (aquella que nombré en un post anterior como “La bella durmiente» y que, a pesar del apodo cariñoso es una persona muy trabajadora y durante el último año ha compatibilizado la residencia con la realización del Máster de Física Médica de la Universidad de Valencia. Juventud, divino tesoro…). Hemos quedado a las 8 y, como no podía ser de otra manera, Esther ya aparece y 5  minutos más tarde llega la que ya no es residente. Cargamos las maletas, los pósters, seleccionamos en el GPS el hospital General de Valencia y salimos de Zaragoza.

Mis dos compañeras tienen que asistir a un curso sobre Radioterapia que imparte una casa comercial en ese hospital. Allí se juntarán con más colegas y con nuestra residente de tercer año que es valenciana, muy trabajadora y que sigue los pasos de su residente mayor apuntándose también al máster de Física Médica (quizá debería llamarla «la Cenicienta»). El GPS me lleva justo a la puerta principal del citado hospital. Hace 20 años ni siquiera podíamos soñar con esta tecnología… Ahora no podemos vivir sin ellas…

Las dos cogen sus maletas y se quedan allí. Después del curso buscarán su lugar de alojamiento. Yo me quedo con los pósters que van dentro de un gran tubo verde con el compromiso de llevarlos al congreso por la tarde. Programo el GPS para ir al parking de mi hotel y llego sin problemas. Me instalo, me acicalo y me voy en taxi al recinto donde se celebra el Congreso. Llego sobre la una del medio día. Por la tarde debería hacer un curso precongreso (creo no voy a tener tiempo) y tengo previsto hacer dos entrevistas para “Desayuno con fotones”. La primera a Eduardo Gallego y la segunda a Alejandro Úbeda. Tengo que organizarlo con Naia y Gaspar. Mira qué bien, nada más pisar la sede veo a Naia y a una persona que supongo es Gaspar. Ya conocía personalmente a Naia pero con Gaspar sólo había hablado por teléfono y no lo conocía en vivo y en directo. Es un tipo simpático, nervioso y delgado. Me recuerda a mí hace veinte años pero con más pelo…

No sabemos dónde montar las cámaras para hacer las entrevistas y hablamos con la organización del Congreso (con Gumersindo, Pepe y Patricia). De manera muy eficiente, a pesar del estrés que supone para los organizadores las primeras horas de un evento como éste, nos dan una solución rápida dejándonos una sala para hacer todas las entrevistas que el equipo de Desayuno con fotones tiene previstas.

Busco a Eduardo Gallego que está en una reunión de la junta de la SEPR desde las 11 de la mañana, nos organizamos para ir a comer rápido, quedar con Naia y Gaspar (que se quedan a montar el tenderete y comer también rápido) y hacer la entrevista a las 15 horas.

Entre tanto, me doy cuenta de que me he dejado los pósters en el hotel. Mis colegas me van a matar…. Menos mal que Ricardo va al mismo hotel que yo y está a punto de instalarse en él (hemos hablado por teléfono esta mañana varias veces…, en este Congreso seremos un binomio). Le llamo de nuevo y le convenzo para que entre en mi habitación y me traiga los susodichos pósters. Tiene intención de entrar en la habitación con el personal del hotel y llamarme en su presencia para que no parezca que esta robando un gran tubo verde… Pero mi teléfono se cuelga un buen rato (no sé si es del teléfono o de la compañía telefónica pero, a veces, tengo que reiniciar el teléfono para que todo fluya bien. ¡¡¡Vaya con lo no ionizante!!!) y cuando me llaman dice que estoy apagado o fuera de cobertura… Me hubiera gustado ver la cara de Ricardo para explicarle esta situación al personal de hotel. Finalmente consigue el gran tubo verde y sale pitando hacia el Congreso…

Naia y Gaspar creen que no podremos hacer la entrevista en 45 minutos… ¡¡¡Chicos de poca fe!!! Nos conocen poco. Pero Eduardo y yo estamos preparados a las 15 horas 5 minutos y en menos de 40 minutos hemos realizado la entrevista. Todo sale rodado ya que Naia y Gaspar han preparado bien el equipo de grabación y nosotros andamos sueltos cuando se trata de hablar de nuestros trabajos… Eduardo tiene muchas tablas ya que ha realizado muchas entrevistas para la televisión y la radio.

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Naia y Gaspar se van a un curso y quedamos para hacer la entrevista de Alejandro a las 17 horas. Busco a Alejandro y charlamos de nuestras cosas hasta la hora de la entrevista. Él trabaja lo no ionizante (RNI, ¡sí, esas que me fallan tanto últimamente!) y yo lo ionizante en el rango de las bajas dosis, nos cumplimentamos y compartimos nuestra visión de lo difícil que es evaluar los riesgos en estas dos situaciones. La investigación básica es BÁSICA.

Hacemos la entrevista de Alejandro y va todo muy bien, sobre todo porque ya tenemos la experiencia anterior y además se le une a Gaspar Xavier Jordi para manejar mejor el sistema de grabación. Yo le pregunto a Alejandro y él me interroga también… Tenemos un feedback interesante… Me sorprende que me diga que la investigación básica en radiaciones no ionizantes se está centrando en China. Ahora son ellos lo punteros en investigación… Parece que por Occidente no se destina dinero para investigar en este campo. Ya sabemos como está la inversión en investigación por estos lares… Así que los chinos se nos van a comer con patatas y no sólo en el campo de las RNIs…

Salimos de esta entrevista con sendas camisetas de Desayuno con Fotones… Gracias amigos. Ya tengo ganas de ver las entrevistas en el blog de Desayuno con Fotones…

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Bien, objetivo conseguido…. Ricardo me da los pósters (no sin antes darme una buenas collejas por meterlo en este lío) y yo se los paso a mis residentes para que se ocupen de colocarlos.
Ahora nos dirigimos a la inauguración del congreso y al cóctel de bienvenida. Empiezas a saludar a los amigos, a los conocidos y a los desconocidos… De momento no tenemos enemigos, o eso creo… Charlas con mucha gente y compartes experiencias… Comes, bebes y hablas y hablas y… De ahí al final de noche es una vorágine (según RAE: una pasión desenfrenada, una mezcla de sentimientos intensos o una aglomeración confusa de sucesos, de gentes o de cosas en movimiento… que cada uno elija lo que crea…).

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Arriba: Bonifacio Tobarra. Marisa Chapel, Miguel Pombar, Tasio Rubio y Esther Angulo Abajo: Yo entre Ricardo Torres y Patxi Rosales

El resto del Congreso sigue siendo una vorágine, un sin vivir, un no parar… Hay cuatro salas principales con conferencias, sesiones, charlas, etc… continuas. Varios días comemos mientras algunas casas comerciales nos presentan determinados productos. Yo voy buscando las sesiones relacionadas con RX, Medicina Nuclear y Protección Radiológica en el ámbito sanitario y no doy abasto.
Del miércoles, debo destacar la sesión: «¿Tiene relevancia clínica la dosimetría individualizada en tratamientos en Medicina Nuclear?», con unas actuaciones estelares de Raquel Barquero (radiofísica) y de Dolores Abós (médico nuclear) y en la que se crea un bonito debate posterior. Me posiciono del lado de la médico nuclear en lo referido a los tratamientos con I-131 (estos temas ya los tratamos ella y mi grupo de trabajo en los años 90), nos rebaten Teresa, José Antonio, etc… Hay varias visiones y la culpa la tienen las malditas incertidumbres…

El miércoles cené con un grupo organizado por GESTISA para intentar poner en marcha el proyecto Crystalline Proyect. Comparto mesa con Luis, Leo, Rafa y otros… Buenos conversadores… Buenas anécdotas y buenos chistes… La noche se alarga… y a las 8 de mañana quiero estar otra vez en el congreso… Vaya sueño que voy a pasar…

El jueves modero la sesión «¿Debe mantenerse el screening mamográfico?», con Manuel Vilches y Marina Álvarez. Las presentaciones fueron perfectas a pesar de que Manuel, con su vehemencia habitual, nos hizo un monólogo de 10 minutos antes de poner su primera diapositiva. El debate posterior fue intenso entre los dos ponentes, con argumento tras argumento por parte de ambos hasta llegar al punto de enroque… con unos 10 minutos para opiniones y preguntas de los asistentes… La cosa se podía haber alargado hasta el infinito… Opiniones encontradas, datos enfrentados, artículos de todos los colores…

Durante un rato de asueto, Ricardo y yo nos cruzamos con Zahara (una reciente radiofísica que ha hecho un programa sobre el cálculo de blindajes en braquiterapia). Las nuevas generaciones vienen pisando fuerte, han tenido una mejor formación y más organizada. Muchos de nosotros tuvimos que ser autodidactas y aprender a base de choques, a veces elásticos y otras veces inelásticos… Charlamos con ella sobre el programa y nos acercamos a su póster. Nos cuenta los entresijos y potencialidades del programa y como nosotros ya lo habíamos probado le hacemos una serie de sugerencias para optimizarlo. Zahara toma nota con gran interés, son pequeños comentarios de dos viejos zorros… “Sabe más el zorro por viejo que por zorro”. La animamos a hacer lo mismo para aceleradores lineales y nos dice que lo está preparando. Nos prestamos voluntarios para seguir haciéndole sugerencias. Ya estoy deseando probar la versión optimizada de este programa y la de aceleradores. ¡Ánimo Zahara!

No he visto a mis compañeras de hospital ya que ellas se están centrando en las sesiones de Radioterapia. Por eso mis residentes me mandan recuerdos a través de un residente amigo suyo… Se preguntan si realmente estoy en el Congreso… Ya las pillaré…

El viernes participo en la mesa «Redes sociales y Protección Radiológica» con Gaspar, José Luis Carrasco y Eduardo Medina Gironzini. Nos modera Juan López Tarjuelo. Tipo curioso con pajarita… Presentamos cada uno en 5 minutos nuestra parte y empieza un largo y divertido debate sobre todas las posibilidades que nos dan las redes sociales.

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De izda a dcha: Eduardo Medina, José Luis Carrasco, Juan López, Gáspar Sanchez y yo

No he podido estar en la charla de Juan Carlos Lentijo ni en la de Abel González. Me dicen que han estado brillantes como siempre… ¡Qué fastidio!

Finalmente, sobre la una del medio día recojo a mis compañeras y salimos dirección Zaragoza. Todos queremos llegar a casa. Comemos de camino unos huevos fritos, chorizo frito y longaniza… Vamos, lo ideal para mi colesterol pero como llevo días sin comer contundente y con un movimiento browniano que dura ya cuatro días… Cuando me reponga me iré en bicicleta y retomaré mi plan de ejercicios para, como ya dije en un post anterior hace varios meses, en tres meses ponerme como Jean Claude Van Damme… Algo he debido de hacer mal pues me miro el abdomen y aún no tengo tabletas…

La semana siguiente al Congreso me la tomé de vacaciones y al regresar al hospital “La Cenicienta” me cuenta, con una gran sonrisa, que el viernes pasado hizo ella sola el control de un arco de quirófano, que todo salió bien y que tengo el informe preparado para revisarlo. “Me encanta que los planes salgan bien”.

PD: Algunas anécdotas sobre el ingenio del genio de Einstein me han parecido curiosas aunque no sé si son ciertas. Ahí van tres:

  • En cierta ocasión, Marilyn Monroe se dirigió al físico y le propuso jocosamente: “¡No opina, profesor, que deberíamos tener un hijo juntos; así el niño tendría mi apariencia y su inteligencia!” A lo que el profesor respondió: “Lo que me preocupa, querida señorita, es que el experimento ocurra al revés.”
  • Un periodista le preguntó a Einstein, al final de su vida, qué posibles repercusiones habían tenido sobre su fama las tres nacionalidades que tuvo. El físico respondió: “Si mis teorías hubieran resultado falsas, los estadounidenses dirían que yo era un físico suizo; los suizos, que era un científico alemán; y los alemanes que era un astrónomo judío.”
  • Durante una cena Einstein elogió a Charlot del siguiente modo: “Lo que he admirado siempre de usted es que su arte es universal; todo el mundo le comprende y le admira.” A lo que Charlot replicó: “Lo suyo es mucho más digno de respeto; todo el mundo le admira y prácticamente nadie le comprende.”

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