II Workshop Español de Protonterapia
Sumario:
El II Workshop Español de Protonterapia (WEP 2018) celebrado en Sevilla los días 15 y 16 de Marzo surge, como continuación del organizado en Madrid en diciembre de 2016, con el objetivo de aglutinar los esfuerzos y conocimientos de todos los especialistas involucrados en este tipo de terapia. e impulsar el proyecto de la comunidad […]
El II Workshop Español de Protonterapia (WEP 2018) celebrado en Sevilla los días 15 y 16 de Marzo surge, como continuación del organizado en Madrid en diciembre de 2016, con el objetivo de aglutinar los esfuerzos y conocimientos de todos los especialistas involucrados en este tipo de terapia. e impulsar el proyecto de la comunidad científica y clínica española de hacer realidad la instalación de un centro público de terapia con protones, que venga a llenar el vacío existente en esta faceta de tratamiento del cáncer.
La protonterapia no es algo reciente. Desde que Robert Wilson postuló teóricamente las ventajas terapéuticas de las propiedades balísticas de los protones en 1946 se han realizado más de 180.000 tratamientos con este tipo de partículas. Al principio, en aceleradores de centros de investigación de física nuclear y de partículas (los primeros se llevaron a cabo en el ciclotrón del Lawrence Berkeley National Laboratory), pero tuvieron que transcurrir casi treinta años para que se diseñara el primer acelerador dedicado de terapia (Loma Linda). El coste de estas máquinas era difícilmente asumible para países como España. Sin embargo, desde el comienzo de este siglo se ha producido una tremenda evolución en el desarrollo de los aceleradores dedicados a terapia con protones, que ha permitido obtener máquinas más compactas, pero sobre todo mucho más baratas.
Este hecho ha renovado el atractivo de que una instalación de estas características ofrezca tratamientos con protones bajo el paraguas de la sanidad pública. La prueba del interés de la comunidad española en este tipo de terapia la hemos tenido en la acogida del WEP 2018, que ha contado con la asistencia de más de 180 asistentes entre los que se cuentan oncólogos médicos y radioterápicos, radiofísicos, ingenieros e investigadores de varias ramas de la ciencia (biólogos, físicos, etc.), entre otros.
Las conferencias invitadas despertaron un gran interés, como no podía ser de otra manera dada la indiscutible talla científica y experiencia de los ponentes, que procedían tanto de centros consolidados en el tratamiento con protones (Pensilvania, París, Caen, Viena, Maastricht, etc), como profesionales nacionales que, de una u otra forma, están relacionados con la protonterapia. En este grupo se englobaron aspectos tan distintos como los puramente tecnológicos, los que indicaban cómo incorporar los protones a nuestra actividad asistencial o las implicaciones socio-económicas que tiene, para los pacientes y sus familiares, el hecho de ser enviados a estos centros. No podemos olvidar que un porcentaje considerable de estos pacientes son niños.
Aunque quizás el punto más reseñable del WEP 2018 fue que, por primera vez (al menos que sepamos) desde que desde distintos frentes se empezó a dar forma a un proyecto viable de un centro público de terapia con protones, ha habido un apoyo público, explícito, inequívoco y sin ambigüedades por parte de la administración. Dado que dos centros privados en España ya han firmado contratos con casas comerciales productoras de máquinas de protonterapia, sería muy deseable que la sanidad pública no se quedara descolgada de esta apuesta por la indiscutible mejora que aportarían estos tratamientos a un segmento de los pacientes oncológicos.
Aunque el consenso internacional en las indicaciones indiscutibles de estos tratamientos no supone un porcentaje muy elevado del total de los tratamientos subsidiarios de radioterapia, sí justifican en la actualidad la existencia de varios centros en España. Y, por añadidura, es de esperar que el número creciente de pacientes y patologías tratados con protonterapia aporte nuevas evidencias científicas acerca de sus potenciales aplicaciones.