La IAEA, el PACT y la radioterapia en los países en vías de desarrollo (I)
Sumario:
Hace unos meses me topé por casualidad con la historia de una mujer etíope enferma de un cáncer cervical en Etiopía. Su caso me impresionó y me llevó a querer conocer cómo los países en vías de desarrollo abordan el control del cáncer, una enfermedad que es responsable de más de cinco millones de muertes al año […]
Hace unos meses me topé por casualidad con la historia de una mujer etíope enferma de un cáncer cervical en Etiopía. Su caso me impresionó y me llevó a querer conocer cómo los países en vías de desarrollo abordan el control del cáncer, una enfermedad que es responsable de más de cinco millones de muertes al año en estos países. Poco después, Luzmile Daci se puso en contacto con nosotros y se ofreció a contarnos su experiencia como físico médico en el Servicio de Radioterapia de un hospital de Tirana en Albania. Nos habló de que habían recibido apoyo de la IAEA (International Atomic Energy Agency) y el PACT (Programme of Action for Cancer Therapy) para implementar una serie de proyectos con el objetivo de mejorar la infraestructura y elevar la calidad de los tratamientos y servicios prestados en Radioterapia.
Como comentó entonces Joaquín Cabrera, un compañero de Badajoz, me di cuenta de que yo también sabía muy poco de la IAEA, de la labor que hace y que tampoco tenía idea de qué era exactamente el PACT, que tanto protagonismo tiene en todos los artículos que he leído acerca del control del cáncer en los países en vías de desarrollo. Seguro que muchos de vosotros tampoco tenéis claro qué es la IAEA, cómo está estructurada, cuáles son sus objetivos y en concreto qué proyectos está llevando a cabo en los países en vías de desarrollo.
La IAEA es una organización intergubernamental independiente dentro del sistema de las Naciones Unidas. El Organismo, con sede en Viena (Austria), se fundó en el año 1957 y en la actualidad cuenta con 162 Estados Miembros que trabajan en todo el mundo para promover el uso seguro y pacífico de las tecnologías nucleares.
En concreto, en el ámbito de la salud humana, el objetivo de la IAEA es mejorar las capacidades de los Estados Miembros y también de sus múltiples socios para hacer frente a sus necesidades relacionadas con la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades a través de la aplicación de técnicas nucleares. El artículo II del Estatuto de la IAEA dice así: «La IAEA procurará acelerar y aumentar la contribución de la energía atómica a la paz, la salud y la prosperidad en todo el mundo. Velará, en la medida en que sea capaz, para que la asistencia proporcionada por ella o por petición suya bajo su dirección o control, no se utilice de manera que contribuya a fines militares».
Cuando uno lee estas cosas (o al menos a mí me pasa) provenientes de organizaciones tan grandes, tan burocratizadas de las que tantos países forman parte y con estatutos tan rimbombantes y ambiciosos, no puede evitar mostrarse escéptico y pensar que podría tratarse de un montaje de venta de humo y que los intereses y esfuerzos van a ir dirigidos fundamentalmente a los países más influyentes y con más medios, como tantas veces ocurre. Sin embargo, si uno profundiza e investiga cuáles son las misiones y los proyectos de la IAEA, la sorpresa es realmente grata. Por supuesto que, como todo organismo, tendrá deficiencias y malas gestiones, pero no cabe duda de que la IAEA está haciendo una labor muy importante a favor de la salud, particularmente en los países en vías de desarrollo.
Y es que el promover y facilitar el uso de la radiación ionizante para el diagnóstico y tratamiento del cáncer es una de las prioridades de la Agencia. Por ello, siendo consciente de las necesidades sanitarias en sus estados miembros más desfavorecidos, la IAEA lleva trabajando desde hace casi cincuenta años en más de 100 países para desarrollar programas de Radioterapia, Radiodiagnóstico y Medicina Nuclear. Además, con el aumento de la incidencia de cáncer en estos países, en los últimos años hay una demanda creciente de la asistencia de la IAEA para introducir y expandir la radioterapia en los países en vías de desarrollo.
Los recursos de los que dispone la IAEA son muy insuficientes para afrontar semejante desafío y por ello está utilizando como plataforma la infraestructura existente en los propios países para combatir el cáncer y también ha establecido alianzas con otros organismos e instituciones. En el año 2004, su Departamento de Cooperación Técnica puso en marcha el Programa de Acción para la Terapia del Cáncer (PACT) con el objeto de ampliar y mejorar los programas que forman parte de las estrategias nacionales de control del cáncer en países en desarrollo.
Los objetivos del PACT son:
-Establecer alianzas mundiales de organizaciones relacionadas con el cáncer que se comprometan a abordar el reto del cáncer en los países en vías de desarrollo.
-Movilizar recursos de organizaciones benéficas, fundaciones y otros organismos públicos y privados para ayudar a los países en vías de desarrollo a poner en práctica sus capacidades de medicina de radiación dentro de un programa de control nacional del cáncer (PNCC).
-Asegurar la transferencia efectiva y sostenible de tecnologías médicas que utilicen radiaciones ionizantes así como del conocimiento necesario a todos los estados Miembros en los que existan deficiencias.
Ahora mismo el PACT tiene puestas en marcha varias iniciativas, cuatro en concreto (imPACT, PMD, VUCCnet y AGaRT), para cumplir con estos objetivos. Tengo intención de introducirlas en el próximo post, aunque podéis ir adelantándoos si tenéis muchas curiosidad. En la página web de la IAEA hay mucha información de cada una de ellas con unas fotos muy conmovedoras y gráficos muy elaborados que permiten acercarnos a la realidad que viven millones de personas. No dudo de que lo que vais a descubrir os va a resultar esperanzador aunque desgraciadamente está a años luz de poder cubrir las necesidades de estos países.