Para: Tía María Asunto: Efectos biológicos de las radiaciones ionizantes
Sumario:
Querida tía María: Ya veo que te has puesto las pilas y te has leído las referencias que te indiqué. Incluso has buscado otras páginas web que son de mucha ayuda para las personas que padecen enfermedades como la tuya. En particular me ha encantado ésta: https://www.aecc.es/SobreElCancer/Paginas/Sobreelc%C3%A1ncer.aspx . Es fantástica, ya que es muy completa […]
Querida tía María:
Ya veo que te has puesto las pilas y te has leído las referencias que te indiqué. Incluso has buscado otras páginas web que son de mucha ayuda para las personas que padecen enfermedades como la tuya. En particular me ha encantado ésta: https://www.aecc.es/SobreElCancer/Paginas/Sobreelc%C3%A1ncer.aspx . Es fantástica, ya que es muy completa y además tiene información para cada localización.
Ahora que ya sabes cómo interaccionan las radiaciones ionizantes (RI) y como te prometí en el email anterior, te contaré algo mas sobre los efectos biológicos de esas RI.
Si los daños celulares producidos por las radiaciones ionizantes no se reparan adecuadamente, puede ocurrir que las células afectadas mueran o vean impedida su reproducción, o bien que se origine una célula viable, pero modificada. De ambos sucesos se derivan efectos biológicos absolutamente distintos, que se clasifican respectivamente como efectos tisulares y efectos estocásticos. Te voy a enumerar sus características mas relevantes:
Efectos tisulares:
- Son debidos a muertes celulares.
- Si la pérdida de células de un determinado órgano o tejido es lo suficientemente elevada se producirá un daño susceptible de ser observado, que será el reflejo de una pérdida de funcionalidad del tejido. Si el tejido es vital y sufre daños importantes el resultado final puede llegar a ser la muerte del individuo expuesto.
- Existe un umbral de dosis propio de cada efecto, de manera que la probabilidad de que se produzcan tales daños es cero a dosis bajas pero aumenta rápidamente a la unidad (100%) por encima del umbral.
- La gravedad del daño aumenta con la dosis recibida, es decir con el número de células afectadas. Cuanto mayor sea la dosis por encima del umbral, tanto mayor será el daño.
- Son efectos somáticos que se manifiestan en el individuo expuesto.
- Habitualmente su periodo de latencia es corto.
- A pesar de la existencia de mecanismos de defensa altamente efectivos en el organismo, una célula modificada pero viable puede, tras un periodo de tiempo de latencia, reproducirse en un clon de células potencialmente malignas, que puedan llegar a desarrollar un cáncer radioinducido.
- La probabilidad de aparición del efecto aumenta con la dosis, probablemente sin un umbral y de forma aproximadamente proporcional, al menos para dosis muy bajas. Es decir presentan un carácter probabilístico o aleatorio de aparición. La información disponible hasta el momento permite estimar que el riesgo neto de desarrollar cáncer tras una irradiación corporal total aumenta aproximadamente en un 5% por cada Sv recibido (coeficientes nominales de riesgo ajustados al detrimento para efectos estocásticos después de la exposición a la radiación a baja tasa de dosis según la Comisión Internacional de Protección Radiolócica en sus recomendaciones de 2007).
- Anualmente se producen varios billones de anomalías en la masa total de ADN del ser humano que los mecanismos de autorreparación corrigen. La irradiación a un nivel de radiación 400 veces superior al fondo medio de radiación solo produce 12 cambios diarios extras por célula viva frente a los 10000 cambios de promedio diario que se producen por otros agentes y que los mecanismos de reparación corrigen (Massachusetts Institute of Technology. Integrated molecular analysis undetectable DNA damage in mince after continuos irradiation at 400 fld natural background” Environmental Health Perspectives. 2012). Pasar de uno de estos sucesos a la manifestación de un cáncer es un proceso que raras veces llega a completarse. Un pequeño aumento de exposición por encima del fondo natural, supondría una probabilidad de que se induzca un cáncer adicional ciertamente reducida.
- La gravedad del daño es independiente de la dosis recibida.
- El periodo de latencia es largo (puede tardar años en manifestarse).
- Pueden manifestarse en el individuo expuesto, efectos somáticos, o transmitirse a su descendencia, efectos genéticos, cuando la célula afectada tiene como función la transmisión de información genética a generaciones posteriores.
Por satisfacer tu curiosidad, te contaré también algo sobre los efectos de las RI sobre el embrión, a pesar de que a estas alturas ya no puedas ser madre. Por cierto, el tío dice que cada vez estás mas guapa y escultural. El embrión, al estar constituido por células indiferenciadas, en división y por su estado de desarrollo que hace que la muerte de unas pocas células tenga graves consecuencias, tiene una radiosensibilidad relativamente alta. Los efectos derivados de una radiación intraútero dependen de la fase evolutiva del embrión o feto en el momento de la exposición pudiendo variar desde aborto hasta malformaciones o alteraciones funcionales. Pero hay que tener en cuenta que la propia Comisión Internacional de Protección Radiológica, en su publicación 84 “Embarazo e irradiación médica”, indica que los riesgos para el embrión son despreciables por debajo de los 100 mSv.
En el diagnóstico médico, lo más importante es que la prueba o tratamiento esté debidamente justificada por el médico que la prescribe, y que la dosis sea la mínima compatible con una imagen que permita diagnosticar la enfermedad. Como ejemplo, la dosis efectiva por una radiografía de tórax se estima en 0,02 mSv, que equivale a la dosis que se recibe por el fondo radiactivo natural durante 3 días, sin embargo en un TC de tórax la dosis efectiva puede alcanzar 8 mSv que equivaldría a la exposición durante 3,6 años al fondo radiactivo natural.
Se estima que el riesgo adicional, durante la vida, de cáncer fatal por un examen TC abdominal en un adulto es un exceso de riesgo muy reducido comparado con el alto riesgo total de cáncer (cerca de 1 entre 3) y usualmente es ampliamente contrarrestado por el beneficio que se obtiene con el examen TC. Así que no quiero que tengas miedo cuando te manden hacer un TC.
En la sociedad actual, muchas de nuestras actividades diarias implican riesgos, es decir, posibilidad de daño, enfermedad e incluso muerte. En el caso de los pacientes, el riesgo asociado a la exposición a radiaciones en una exploración está compensado por el beneficio derivado del diagnóstico o tratamiento recibido. Una forma de comparar el riesgo asociado a la radiación con otras clases de riesgo para la salud, es comparar el número medio de días de esperanza de vida perdidos por unidad de exposición, para cada tipo de riesgo. Estas estimaciones muestran que muchas de nuestras actividades diarias representan un riesgo para la salud mayor que el derivado de los niveles de radiación existentes en el ámbito médico.
Como recuerda la Organización Mundial de la Salud (OMS), una persona recibe unos 3,5 mSv a lo largo de todo el año, el 80% a través de fuentes naturales de radiación (como ciertos gases que puede haber en el terreno), y el otro 20% a través de procedimientos y pruebas médicas, aunque estas cifras pueden variar en función de la geología del terreno y del grado de desarrollo del sistema sanitario del país. Hay regiones habitadas en la tierra que están sometidas a un fondo de radiación natural superior a 200 mSv al año. Y allí, la mortalidad y la esperanza de vida son normales y las pruebas citogénicas no muestran diferencias significativas.
En España estamos expuestos a una media de 1,6 milisieverts al año, una cantidad inocua o tolerable. Por debajo de los 100 milisieverts al año (una cifra equivale a diez o doce TCs de abdomen pelvis), la mayoría de la gente no sufre ningún síntoma.
En el año 2009, en los países desarrollados, la contribución a la dosis efectiva por el diagnóstico médico fue de 1,9 mSv/año. Según el último estudio realizado, en España, en el año 2014 la contribución a la dosis efectiva por el diagnóstico médico es de 1,0 mSv/año. La introducción de la radiología digital y la concienciación y formación de los diferentes profesionales ha llevado a esa reducción de dosis durante los últimos años.
El primer principio de protección radiológica aplicable a las exposiciones médicas es la justificación del procedimiento, que debe realizarla el médico que la prescribe o el médico especialista, basándose en el balance riesgo-beneficio para el paciente. Por tanto, no hay un límite en el número de pruebas para un paciente, pero debe extremarse la justificación si con pruebas anteriores se dispone ya de suficiente información para el diagnóstico.
Además se debe optimizar la dosis de radiación para que sea la mínima compatible con una imagen apta para el diagnóstico, o en el caso de la terapia con el objetivo del procedimiento terapéutico.
No hay límites de dosis para las exposiciones médicas, pero en el caso de las pruebas de radiodiagnóstico, sí que existen valores de dosis de referencia, o de actividad administrada en medicina nuclear, que nos sirven para chequear si los procedimientos se están realizando de forma adecuada. Los valores de dosis en diagnóstico son muy bajos, y no serviría de nada que por dar una dosis mínima no se pudiese diagnosticar una enfermedad.
En el caso de los tratamientos de radioterapia se busca dar la máxima dosis posible al tumor, irradiando lo mínimo posible los tejidos sanos. Para ello hay un grupo multidisciplinar, bien formado y coordinado, trabajando en los hospitales para hacer un tratamiento personalizado a cada paciente, optimizando las dosis para que el paciente supere su enfermedad con los mínimos efectos secundarios posible. En este sentido te recomiendo que veas este pequeño vídeo de IMOMA donde se explica el proceso de la radioterapia de una manera amena: https://www.youtube.com/watch?v=A43eRnpznvE.
Ánimo, querida tía. Seguro que la sensación de incertidumbre e inseguridad ha desaparecido ya. Supongo que te sientes más aliviada ya que ahora conoces muy bien al enemigo y estás luchando contra él. Pronto empezarás con la radioterapia y seguro que te recuperaras muy rápido.
Tu próxima lucha será convencer al tío para que deje de fumar…
Nos vemos pronto. Un abrazo.
PD: Parte de estos textos los he extraído del apartado de preguntas y respuestas de la Sociedad Española de Protección Radiológica www.sepr.es .