¡Mañana botellón!
Sumario:
«Sony (diminutivo cariñoso del nombre de nuestra R3), mañana botellón. Sí, sí… ¡La vida del radiofísico hospitalario es intensa! Pero éste es un botellón diferente… No es el de la juerga y el de beber de la nueva juventud… A las siete y media de la mañana te espero para preparar el maniquí» Este comentario […]
«Sony (diminutivo cariñoso del nombre de nuestra R3), mañana botellón. Sí, sí… ¡La vida del radiofísico hospitalario es intensa! Pero éste es un botellón diferente… No es el de la juerga y el de beber de la nueva juventud… A las siete y media de la mañana te espero para preparar el maniquí»
Este comentario se lo hago mientras terminan con la presentación y manejo de un planificador nuevo (diferente al que usamos en nuestro servicio) y cuando nos disponemos a subir a comer con los compañeros de Radioterapia. Es julio y como estoy de Rodríguez me quedo a comer en el hospital y aprovecho para hacer algunos trabajos por la tarde ya que los equipos están más accesibles. Con el técnico del planificador entablamos una conversación sobre la obligatoriedad o no (según directiva europea 2013/59 EURATOM) de registrar la dosis de todos los pacientes en Radiodiagnóstico… Su empresa dispone de uno de los 4 ó 5 software de registro y análisis automático de dosis en radiodiagnóstico y ellos siempre defienden que a partir de 2018 será obligatorio registrar y controlar las dosis individuales de los pacientes de radiodiagnóstico. Su objetivo en vender su producto. Pero la directiva es laxa en su redacción, supongo que dejando margen a los diferentes países para que hagan lo que razonablemente puedan en cada caso. La directiva se despacha con: “Los Estados miembros garantizarán que la distribución de la estimación de las dosis individuales debidas a exposiciones médicas con fines de radiodiagnóstico y radiología intervencionista, esté determinada, teniendo en cuenta cuando proceda la distribución por edad y sexo de la población expuesta”. Ya veremos cómo queda esto en la legislación española…
Como suele ser habitual en los residentes, por la mañana, llega tarde y yo ya he preparado el botellón porque el personal del servicio de Medicina Nuclear nos encorre si no dejamos libres las gammacámaras pronto… Le iba a llamar Bella Durmiente pero, como ya sabéis, ese apodo ya está cogido… Luego me cuenta que ha pasado mala noche y no ha dormido bien… Está algo pachucha… Pero está atenta y concentrada en aprender bien esta prueba.
Este botellón es una prueba mensual de control de calidad de gammacámaras SPECT. Se trata de verificar la uniformidad tomográfica (con corrección de atenuación y scatter) siguiendo un protocolo de la AAPM. Para ello utilizamos una garrafa de cinco litros de agua donde inyectamos unos 555 MBq de Tc-99m para obtener un volumen con una distribución del isótopo lo más uniforme posible. Como ya conté en otro post: tras poner el Tc-99m en el volumen de agua “bailamos la samba con el botellón (lo removemos para que se distribuya uniformemente), le hacemos un SPECT/CT y luego analizamos en las imágenes reconstruidas…”. Evaluamos la uniformidad integral (UI) y la RMS de una región de interés en doce de los planos axiales reconstruidos y verificamos que están dentro de los parámetros establecidos.
Cuando vuelvo al despacho y abro el correo electrónico veo que tengo dos preguntas de la sección de preguntas y respuestas de la SEPR. Una de ellas es sobre radiaciones no ionizantes. Me la mandan Sofía Luque y Leopoldo Arranz a mí, ya que Alejandro Úbeda (nuestro súper-experto sobre estos temas e internacionalmente reconocido está de vacaciones en algún paradisiaco lugar con poca cobertura….). Alejandro siempre fue “súper”… Fue tesorero de la SEPR cuando yo era vocal y le llamábamos “súper-tacañón”. ¡Todas las cuentas bien claras, justificadas, optimizadas y limitadas a lo estrictamente necesario! Vamos, todo lo contrario que el amigo (de lo ajeno…) Barcena y otros de su calaña… Ya sabéis, algunos políticos son como el Aloe Vera: cuanto más se le investiga más propiedades se le encuentra… Bueno, sigamos con lo nuestro que me pierdo por los cerros de Úbeda (respuesta de Álvar Fáñez “El Mozo” a Fernando III tras no aparecer en la batalla de 1233 en Úbeda)… ¡Uy!… perdón, Alejandro, por el juego de palabras…
Pregunta
«Hola. Buenos días, ante todo, felicidades por la idea de esta sección. Quisiera saber la distancia mínima segura a la que una persona con marcapasos debe mantener el teléfono móvil alejado del pecho mientras escribe en él. Gracias»
Miro información al respecto en Internet y le paso la pregunta y las posibles respuestas a Alejandro por WhatsApp. Espero que en algún momento tenga conexión y podamos comunicarnos. ¡Qué cosas se aprenden en Internet!). Por la noche hablamos un buen rato y me indica que prepare yo la respuesta con las indicaciones que me ha dado. Dicho y hecho… A la mañana siguiente envío la respuesta a Sofía y a Leo para que la gestionen…
Respuesta
«Durante la primera mitad de la década del 2000, los expertos recomendaban no llevar el teléfono móvil en el bolsillo de la camisa, utilizarlo en el oído contralateral al corazón y mantenerlo a una distancia de seguridad de entre 15 a 20 cm del marcapasos. Los marcapasos podían detectar de forma equivocada las interferencias electromagnéticas que producen los teléfonos inteligentes como una señal cardiaca, lo que podría provocar que el aparato se parara momentáneamente. Esto podría causar una pausa en el ritmo cardíaco y provocar un síncope o, en el caso de los desfibriladores automáticos implantables, detectar la señal como una taquicardia ventricular, lo que haría que el dispositivo generará un descarga eléctrica dolorosa para el paciente.
Pero hace ya años que se retocó el diseño de los marcapasos para evitar interferencias, y para cuando los móviles se generalizaron, el problema estaba casi resuelto. Aún así, se toman precauciones si el portador se somete a resonancias magnéticas, bisturís eléctricos, termoterapia, litotricia, radioterapia…
Cuando escribimos en el teléfono móvil ya mantenemos una distancia de unos 20 cm con el pecho. Como precaución, siempre será adecuado utilizar el teléfono móvil en el oído contralateral al corazón y mantenerlo a una distancia de seguridad de entre 15 a 20 cm del marcapasos.
Le recomendamos también que consulte el tipo de marcapasos que usted lleva con su cardiólogo para conocer si el suyo está diseñado para evitar las interferencias electromagnéticas.
Un saludo»
Posteriormente Leo le da algún pequeño retoque de forma y queda lista para sentencia… Por cierto, Leo hizo una gran labor a favor de la Radiofísica Hospitalaria junto con el grupo de mujeres que denominamos en nuestro corrillo “Las Madames de la Radiofísica” y otros. Sin su trabajo, a finales de los 80 y en la década de los 90, la Radiofísica Hospitalaria no sería la gran especialidad médica que es hoy. Desde este foro, quiero agradecer vuestro trabajo y esfuerzo para que ahora podamos tener residentes a los que transmitir vuestro legado. Gracias Leopoldo Arranz, Pilar López Franco, María Cruz Paredes, Pilar Olivares, María Jesús Manzanas, Marina Téllez, Montse Rivas, Teresa Eudaldo, Cristina Nuñez, Mª Cruz Lizoain, Roberto Martín, Bartolomé Ballester, Manuel Fernández Bordes, Juan José Peña, Eliseo Vaño, Margarita Chevalier, Alfonso Calzado, Eduardo Guibelalde, Ignacio Hernando; Manuel Alonso y… (perdón por los que, por falta de espacio o memoria mía, no nombro aquí y que trabajaron tanto por esta especialidad). Ahora estáis casi todos en la reserva pero algunos seguís colaborando con las sociedades y con los activos para seguir transmitiéndonos vuestro conocimiento. Para muchos fuisteis nuestra referencia y nos hicimos profesionales leyendo vuestros escritos. Sois la generación creadora… Gracias de nuevo. Como dicen que dijo Isaac Newton: “Si hemos logrado ver más lejos es porque hemos subido a hombros de gigantes” (él la escribió en singular).
Bueno, ahora sigo con el lío del control de los IPs de radiografía computarizada y con el control de los delantales plomados… El verano es la mejor época para hacer estos pesados y rutinarios trabajos. Nuestros técnicos se pasan el día de aquí para allá, disparando, obteniendo imágenes, pasando delantales por la escopia, etc. Luego vamos analizando las imágenes y preparo los informes correspondientes. Cada año mandamos cambiar entre 15 y 20 IPs, fundamentalmente por que presentan artefactos que podrían conducir a errores en el diagnóstico. ¡No veo el día en que desaparezcan los chasis y los IPs de radiografía computarizada! También mandamos retirar los delantales que presentan agujeros y/o desperfectos que suman un área igual o superior a 50 mm2.
Una semana después hemos verificado 50 IPs y unos 70 delantales plomados. Aún nos quedan otros tantos delantales que verificaremos en septiembre.
El martes que viene he quedado con el técnico de un equipo de RX con panel plano para ver si nos solucionan algunos problemas que hemos detectado en las pruebas de ruido de fondo, remanencia y uniformidad.
La prueba de ruido de fondo consiste en hacer un disparo con muy baja dosis (40 kVp, 0.4 mAs), colimadores cerrados y un plomo en el centro, para que al detector no llegue apenas dosis y sea como si disparáramos con dosis cero. El detector tiene una respuesta lineal de la forma: VMP=225·dosis(micro Gy) + b (en el ajuste matemático experimental b es próximo a cero). Según esto, el VMP que debería obtenerse al disparar con dosis casi cero sería un valor próximo a b, es decir cercano a cero. Sin embargo, en este panel en concreto, al hacer esta prueba obtenemos una imagen muy ruidosa con valores que van desde cero hasta 65535, con un VMP entorno a 33000. Es como si cuando al detector le llega muy poca dosis se generará una función de ruido máximo en el detector. Esto afecta al realizar la prueba de remanencia: se hace una imagen tapando la mitad del detector con un plomo (con una dosis suficiente para obtener una imagen bien contratada: 50 kVp , 1 mAs). Al repetir la imagen del ruido de fondo, no debe aparecer la imagen del plomo y el valor de la remanencia debe ser inferior al 5%. Al generarse una función de ruido máximo en el detector esta prueba no tiene sentido… Por otro lado, cuando valoramos la uniformidad a través de la Relación Señal Ruido, ocurre que cuanta más dosis le llega al detector menos uniforme es la imagen. Con 1.3 micro Gy tenemos una desviación en uniformidad del 8%; con 2.6 micro Gy del 12%; con 6.5 micro Gy del 23% y con 13 micro Gy del 33%. La tolerancia está en el 20%.
En otro equipo del mismo fabricante pero diferente modelo que tenemos en el hospital de Calatayud esto no pasa y la desviación de la uniformidad se mantiene en torno al 5% para dosis en el panel entre 2 y 35 microGy.
A ver cómo salimos de ésta…
Hoy es viernes y dedico un rato a las redes sociales de la SEPR, como casi todos los días. Sigo siendo lo que ahora se denomina “Community Manager” junto con nuestra querida Alegría Montoro…
Así me mantengo al día y me entero de muchas noticias y eventos interesantes…
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Esta ha sido mi última semana del año de Rodríguez, luego me voy a la playa con mi familia y ya no volveré a estar “solo en casa”… Esto no sé si es bueno o malo… o todo lo contrario… Podría haber dicho que “nunca mas volveré a pasar hambre” pero mentiría…
Ya veis… ¡La vida del Radiofísico Hospitalario es intensa! Así son algunos días de verano del radiofísico hospitalario y así os lo he contado…
Esta vez, como me he alargado bastante, no hay PD.