Imágenes más allá del visible: las fascinantes radiografías de Arie Van´t Riet, físico médico y artista
Sumario:
Desde hace ya unos cuantos años, cuando llega la noche y estoy muy cansada para leer (porque sé que no voy a pasar de la segunda página sin que se me cierren los ojos), cuando miro al reloj y pienso que ya es demasiado tarde para empezar una película y hasta para ver un episodio […]
Desde hace ya unos cuantos años, cuando llega la noche y estoy muy cansada para leer (porque sé que no voy a pasar de la segunda página sin que se me cierren los ojos), cuando miro al reloj y pienso que ya es demasiado tarde para empezar una película y hasta para ver un episodio de una serie (bueno, desde que tenemos Breaking Bad, la cosa cambia), entonces es el momento de abrir la página web de TED y disfrutar con una de sus charlas. Las hay de distintos tiempos (desde 3 a 21 minutos), de temáticas muy variadas e impartidas por gente de todas las partes del mundo, pero todas tienen un elemento común: los ponentes son grandes comunicadores y transmiten su mensaje con mucha pasión.
El otro día vi una de 8 minutos y medio, “Looking Deep inside Nature using Xrays”, que se presentó en Groningen el 6 de diciembre. El protagonista es un holandés, Arie Van´t Riet, que se define a sí mismo como un físico médico que en cierto momento también se convirtió en “artista”, un artista de la naturaleza. En estos pocos minutos, Arie nos cuenta su historia, la de un especialista en rayos X, a los que presenta como “un tipo de radiación que descubrió Roentgen en 1895 y que, a diferencia de la luz visible con la que sólo podemos ver la superficie externa de los objetos, nos permite ver su interior debido a la diferente densidad y espesor que tienen”.
Todo empezó cuando un día un colega suyo le pidió que hiciera una imagen con su equipo de rayos X de uno de sus cuadros. Era un objeto muy delgado y, aunque él nunca antes había radiografiado nada igual, se animó a probarlo. Y funcionó. El cuadro de su amigo era muy antiguo, para el que se habían usado pinturas que contenían metales pesados y el resultado fue, cuanto menos, muy curioso.
Entonces se le ocurrió hacer radiografías de objetos aún más finos, por ejemplo, flores. Y como buen holandés, comenzó con un ramo de tulipanes: todos del mismo material, sin apenas diferencias de densidad, sin metales pesados, sólo con distintos espesores. Obtuvo así varias placas de rayos X, las digitalizó y les dio color en el ordenador. Algunas personas, al ver el resultado, le dijeron: “Esto es arte” y fue así como, según sus palabras, pasó a ser un artista.
Continuó radiografiando flores, muchas flores, pero se dio cuenta de que echaba de menos algo, los animales, porque para él las flores necesitan de los animales lo mismo que los animales necesitan de las flores. Empezó cogiendo algunos insectos y los colocó entre las flores. El conjunto quedaba muy bien, porque la absorción de la radiación en las alas de las mariposas o de las libélulas es similar a la de los pétalos y hojas de las flores.
Después se propuso introducir en sus composiciones animales más grandes. Ignorante, compró un pájaro a un taxidermista y pronto se dio cuenta de que no le servía, porque lo único que queda de los animales disecados es la piel. Así que recurrió a animales víctimas del tráfico, a reptiles que coleccionaban viejos amigos una vez hubieran muerto y también a animales que encontraban los niños de su entorno y que se los dejaban usar. Cogió plantas, troncos de árbol y algunos animales y los puso entre el tubo de rayos X y la placa. Así empezó a construir sus primeras composiciones naturales, a las que bautizó como “bioramas”. El conseguir algunas imágenes le resultó realmente complicado, debido a las diferencias tan grandes de densidad y espesor de los distintos elementos, por lo que tuvo que jugar con rayos X de diferentes energías e intensidades para que se pudiera visualizar todo en la misma imagen.
El siguiente paso que se planteó dar fue el de hacer películas de rayos X utilizando animales vivos en movimiento, pero se echó atrás porque no consideraba que estuviera justificado en ningún caso exponer a los animales a los rayos X con el riesgo que ello conlleva para su salud. Ahora está trabajando en la visualización en tres dimensiones de sus composiciones y también le gustaría hacer adquisiciones con rayos X de grandes escenarios naturales, con muchas plantas, flores, flamencos y hasta con cocodrilos.
De momento Arie nos anima a que disfrutemos de las obras que nos muestra y a que nos adentremos con él en la nueva experiencia de la naturaleza que nos ofrecen los rayos X. He incluido una muestra con unas cuantas de sus imágenes (entre las que están mis favoritas), pero en su página web pueden verse muchas más.
Nota:
Tras escribir el post, me he puesto en contacto con Arie para pedirle permiso para incluir algunas de sus imágenes y me ha contestado enseguida dándome además muchos detalles técnicos de su método de trabajo.Me ha contado que lleva haciendo radiografías de escenas naturales desde hace unos diez años y que prácticamente todas la imágenes no las ha hecho en el hospital, sino en su estudio, donde tiene tres equipos de rayos X. Para las escenas naturales completas utiliza un equipo similar al que tienen los veterinarios para radiografiar caballos. Para las flores y los animales pequeños dispone de un equipo con generador de onda completa (puente de Graetz) y aplica en torno a 10kVp (para las flores) y 50kVp (para los animales pequeños), con una filtración añadida de 0.5mm de Al. Con ambos equipos utiliza placas Kodak XV que, a pesar de que ya están fuera del mercado, todavía le quedan suficientes para varios años de trabajo. Para algunos casos excepcionales, por ejemplo, para las imágenes de los caracoles, tiene un tubo de dentista modificado, al que le ha quitado la filtración y le ha bajado la alta tensión. Y con este equipo usa películas Agfa mammoray en chasis con pantallas intensificadoras. Todas placas las revela con una reveladora automática Agfa Curix 60 y las digitaliza con un escáner Vidar VXR-16. Cuando le he preguntado por el uso de CRs me ha contestado que son demasiado caros y que además no serían tampoco válidos para el caso de las muy bajas energías. En principio tiene licencia también para trabajar en el exterior y sus tres equipos están preparados, pero explica que rara vez lo hace por los problemas de protección radiológica que ello conlleva.