Sumario:
Ya, ya llego… son las 7:10 de la mañana y abro el servicio como casi todos los días, menos cuando se me adelanta una de las cuatro técnicos de nuestros servicio (son todo mujeres), también “expertas» en Protección Radiológica. Tenemos tres técnicos en Radioterapia y una en Imagen para el Diagnóstico. Claro, ahora con la […]
Ya, ya llego… son las 7:10 de la mañana y abro el servicio como casi todos los días, menos cuando se me adelanta una de las cuatro técnicos de nuestros servicio (son todo mujeres), también “expertas» en Protección Radiológica. Tenemos tres técnicos en Radioterapia y una en Imagen para el Diagnóstico. Claro, ahora con la crisis y con los ajustes nos hacen cumplir a rajatabla el horario de 37,5 horas semanales. Menos mal que nos han dado flexibilidad. Yo elegí de 7:00 a 14:30. Otros compañeros lo hacen de 7:30 a 15:00 y otros de 8:00 a 15:00 haciendo las 2:30 horas restantes en una tarde de la semana, o bien los sábados, si se encargan de la radioterapia. En el servicio, además, estamos una secretaria, siete “radiofísicos hospitalarios” y tres residentes.
Ahora ya no somos solo físicos. Nos han puesto el prefijo “radio” que viene de radiación o radiactividad y esto no quiere decirque seamos físicos radiactivos, sino que nos dedicamos a controlar los usos de la radiación y de la radiactividad. También nos han colocado el adjetivo “hospitalarios” para definir nuestro “radio” de actuación (ámbitos hospitalarios y sanitarios) y no para indicar que somos una orden religiosa de las que tenían por objeto admitir y cuidar a los viajeros, peregrinos, pobres y enfermos. No somos ni monjes ni guerreros aunque indirectamente cuidamos de la salud de los enfermos, protegemos de la radiación a los pacientes, a los trabajadores y al público en general, acompañamos y asesoramos a médicos, enfermeros, técnicos, etc. cuando usan radiaciones ionizantes y, por qué no decirlo, también damos mucha guerra… Unos más que otros, en nuestro gremio hay de todo, como en botica. Bueno, por lo menos no nos pasará como a Ernest Rutherford que cuando le entregaron el premio Nobel de Química en 1908 dijo: “¡Y yo que me creía físico!”.
Hoy viernes me toca ir a Medicina Nuclear, encender las gammacámaras, hacerles el “Gantry Reset” y pedir las fuentes de Tc-99m necesarias para las pruebas de control de calidad que tocan. Hoy verificamos el centro de rotación y la resolución energética. Cada viernes, a primera hora, hacemos varias pruebas hasta completar las pruebas mensuales y semestrales de obligado cumplimiento. Aprovechamos la misma fuente para las dos gammacámaras. Antes teníamos tres gammacámaras pero un buen día se estropeó la más antigua y no hubo dinero para cambiarla. En realidad llegamos a hacer los cálculos de blindajes necesarios para instalar un PET. Pero claro, iluso de mí, si no había pasta para sustituir la gammacámara para qué soñar con tener un PET… Resultado final: ¡¡¡Sanidad pública de Aragón sin PET!!!
Mis amigos de Radiofarmacia ya me esperan… Saben que los viernes los visito y comentamos lo contentos que estamos porque es viernes… también hablamos del sueño que tenemos, ellos llegan mucho antes que yo. Mira si llegan pronto que aún no les han puesto las calles…
Ya tengo mi fuente y la preparo para la primera prueba, pero aún no ha llegado la residente. Vaya… ¡divina juventud! Bueno… le mando un WhastApp… Me contesta que ya está llegando… Bien, ¡ya llegó la bella durmiente! Hoy no le puedo decir aquello de “a buenas horas, mangas verdes”. ¡Pues hala, al tajo! Le dejo que realice las pruebas y que las analice. Es la mejor forma de que aprendan… Primero lo estudian, luego se lo explicamos, resolvemos dudas, hacemos las pruebas con ellos y finalmente les dejamos que las hagan solos… Ha habido suerte, todo está dentro de tolerancias. Me encanta que los planes salgan bien… El mes anterior el centro de rotación de una de ellas estaba en el límite de tolerancias y los técnicos de la casa de mantenimiento, tras ser avisados por el jefe de Medicina Nuclear, lo ajustaron una semana después del aviso.
Los técnicos de Medicina Nuclear y los médicos van llegando y sentimos la presión para ir acabando, ya que tienen pacientes a punto de caramelo y aún tienen que hacer sus controles diarios. Nos preguntan por la resolución energética porque la semana anterior, tras avisarnos de que la uniformidad semanal no salía bien, verificamos (en la hora de su café) que la resolución energética estaba también en el límite de tolerancias. También pasaron aviso a la casa de mantenimiento para ajustar los picos de energía. Bueno, parece que todo está en su sitio.
La semana anterior hicimos la sensibilidad, el tamaño de píxel y la resolución espacial. Y la que viene haremos la uniformidad tomográfica, lo que llamamos “botellón”… Sí, sí “botellón”… Tenemos que usar una botella de 5 litros de esas de agua del súper, le ponemos 15 milicurios de Tc-99m, bailamos la samba con ella (la removemos para que se distribuya uniformemente), le hacemos un SPECT/CT y luego analizamos en las imágenes reconstruidas la uniformidad, etc. Aquí es donde aplicamos una de las famosas frases de Ernest Rutherford: “No tenemos medios; luego, habrá que pensar” y claro, nosotros hemos improvisado con el “botellón”.
Un día, por la tarde, haremos la última prueba que nos queda: la resolución temporal. Es más larga y no tenemos tiempo para hacerla por la mañana. El tiempo de máquina en Medicina Nuclear está muy caro… y más desde que nos quedamos con dos gammacámaras y los mismos pacientes…
Bueno, ahora toca medir la tasa de dosis a un metro de los pacientes de tratamiento metabólico con I-131 que están ingresados. Nuestras técnicos hacen esa labor usando un monitor de radiación ambiental y un palo de 1 metro para fijar la distancia y la geometría de la medida. Al cruzarnos con el celador de Medicina Nuclear oímos la frase siguiente: “¿Qué?… ¿a pastorear fotones?”. ¡Será cachondo! Luego me toca hacer el alta radiológica siguiendo los criterios que establecimos en un documento del Foro sobre Protección Radiológica en el medio Sanitario (SEPR-SEFM-CSN).
Estos pacientes son en sí mismos una fuente de exposición externa, y por otra parte existe riesgo de contaminación radiactiva a través de las secreciones en orina, saliva, sudor, etc. En el documento se proponen criterios para dar el alta radiológica después de un tratamiento con I-131 por enfermedades tiroideas y recomendaciones para la protección de las personas del entorno de estos pacientes y de otras personas del público que puedan verse afectadas.
Bien, ¡altas hechas! Los pacientes se irán a sus casas con ciertas restricciones y recomendaciones para irradiar lo menos posible a sus familiares y conocidos…
Ahora toca centrarse en los RX. El miércoles estuvimos en la aceptación de un mamógrafo digital en Teruel. Sí, sí, amigos, Teruel existe y, a veces, tiene suerte y le cae algún equipo nuevo para sustituir alguno de más de 15 años. Estuvimos dos radiofísicos y una residente (sí, la bella durmiente) con el técnico de la EVAT (Empresa de Venta y Asistencia Técnica). Para aprovechar el viaje, hicimos también el control de calidad de varios equipos de RX y tras las medidas del protocolo de aceptación del técnico de la EVAT pretendíamos hacer nuestras medidas para tomar referencias propias. Las pruebas de aceptación debe realizarlas el suministrador del equipo en presencia de un representante cualificado del comprador. Parece que los más cualificados somos los Radiofísicos Hospitalarios…
El técnico llegó sobre las 11 de la mañana. No lo conocíamos, era nuestro primer contacto y esto no sé si es bueno o malo o todo lo contrario. En fin, pronto hicimos migas y nos centramos en sus pruebas. Como dice mi jefe: “chino chano”, una a una el técnico fue haciendo las pruebas y nosotros verificando que eran correctas y que cumplían con el protocolo español de control de calidad en radiodiagnóstico. Fundamentalmente contraste-tamaño-detalle, resolución de alto contraste, función respuesta, ruido, rendimiento, filtración, dosis glandular media y ajuste del control automático de exposición. De paso, nos íbamos familiarizando con el equipo, con su software, con su manejo y con sus maniquíes. El objetivo es poder obtener imágenes diagnósticas de la mayor calidad posible y con la mínima dosis para el paciente. A las 14 horas nos fuimos a comer y retomamos la tarea sobre las 16 horas. Acabamos sobre las 18 horas y llegamos a Zaragoza a las 20 horas. Fue un día largo.
Pues bien, ahora mi compañera radiofísica hospitalaria se está dedicando a preparar lo que será nuestro protocolo de control de calidad de ese equipo y a poner en orden los resultados de las pruebas de aceptación. ¡Ahí sí que hay tajo! Va para rato…
Yo me estoy dedicando a preparar la documentación necesaria para declarar ante industria el cambio de equipo (alta de equipo nuevo y baja del viejo). Como se ha modificado un poco la sala también incluimos planos, indicación de los blindajes y certificado de conformidad de la instalación firmado por el jefe de Protección Radiológica según anexo III del RD 1085/2009 por el que se aprueba el reglamento sobre instalación y utilización de aparatos de rayos X con fines de diagnóstico médico. Bueno, aún me falta el certificado de conformidad de la EVAT que espero llegue la semana que viene con el resto de documentación de la aceptación del equipo.
¡Anda! Mi jefe también vuelve el lunes de unas merecidas vacaciones. Los jefes también tienen derecho a vacaciones, pero que se prepare porque le tenemos que poner al día y tendrá que firmar cientos de papeles. Ostras, para colmo el lunes es el día de la oposición de Radiofísica Hospitalaria donde estamos de tribunal casi todos los radiofísicos de Aragón. Ese día sí que va a ser largo, sobre todo para los titulares que tienen que preparar el examen y quedarse hasta las 19 horas.
Ya son las 12 de la mañana pero antes nos hemos tomado un refrigerio en la cafetería del hospital. Vienen dos trabajadores expuestos que empiezan a trabajar con radiaciones ionizantes y hay que darles una charla sobre su uso, sobre la legislación y sobre las cuestiones más específicas de su puesto de trabajo relacionadas con la Protección Radiológica. Vienen con un dosímetro ya que nuestra secretaria ha realizado todas las gestiones necesarias. De momento llevan un rotatorio y el mes que viene tendrán un dosímetro con su nombre. Hablamos de los riesgos de la radiaciones ionizantes, de los otros riesgos y resolvemos las dudas. Les digo eso de que “1 mSv no es nada” y como siempre acabo hablando de lo malo que es el tabaco (riesgo alto asumido por la sociedad)… ¡Como se enteren las tabaqueras! Bueno, aún no he podido convencer a mi mujer para que lo deje… A mi favor diré que donde hay confianza… Le diga lo que le diga no me va a hacer caso.
A las 13 horas me pongo a revisar los controles semanales que realizan nuestras técnicos en las diferentes salas de RX que usan escopia y verifico que la resolución y el contraste de todos ellos están correctos. Me sigue encantando que los planes salgan bien.
Ahora me voy a una reunión con el jefe de Radiodiagnóstico y con la jefa de Gestión para resolver parte del concurso del equipamiento nuevo para un centro de especialidades del que hicimos especificaciones técnicas hace unos meses. Se sacó a concurso público un telemando y tres salas convencionales. Hace 9 meses, en ese centro se pretendía instalar 10 salas nuevas (entre ellas un TC, una resonancia y varios mamógrafos) pero, de nuevo, la crisis les ha cortado las alas y se ha quedado en 3 salas (una de las salas del concurso va a sustituir un equipo RX de urgencias de un hospital que tenía más de 20 años… Aquí se aprovecha todo, como del cerdo que se aprovechan hasta los andares…). A pesar de ello, si esto acaba bien nos podemos dar con un canto en los dientes… También vamos a definir las especificaciones técnicas para un mamógrafo por si suena la flauta y la jefa de gestión consigue convencer a los jefazos de que es más que necesario…
Vaya, son las 14:25 horas y ya me rugen las tripas. Me las piro que me esperan para comer en casa. Hoy como con la familia y le volveré a decir a mi hijo que no deje para luego lo que puede hacer ahora… Y seguro que se lo aplica para la PS4 y para las redes sociales, pero para el estudio será otro cantar…
PD: La tía María se ha recuperado totalmente de su enfermedad. Ha pasado un año y medio muy duro pero tras la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia está tan lozana como siempre. Por cierto, ella sí ha conseguido convencer al tío Mariano para que deje de fumar. Quizá sea por lo que ha aprendido durante la enfermedad de su mujer, por las charlas que hemos tenido últimamente o simplemente porque le ha entrado miedo y ha decidido que no quiere pasar por lo que ha pasado la tía María. ¡Seguramente será porque la tía María tiene mas poder de convicción que yo!