Después de Girona… Amancio Ortega

Sumario:

Ya hemos vuelto de Girona, del 5º congreso conjunto de la Sociedad Española de Física Médica (SEFM) y de la Sociedad Española de Protección Radiológica (SEPR) http://www.girona2017.com/ . Hemos pasado 4 días de congreso con cursos, debates, presentaciones orales, etc… Como es habitual, mis compañeros de hospital y yo nos dividimos para estar en el […]

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Ya hemos vuelto de Girona, del 5º congreso conjunto de la Sociedad Española de Física Médica (SEFM) y de la Sociedad Española de Protección Radiológica (SEPR) http://www.girona2017.com/ . Hemos pasado 4 días de congreso con cursos, debates, presentaciones orales, etc… Como es habitual, mis compañeros de hospital y yo nos dividimos para estar en el máximo número de actividades posible para luego compartir la información. El martes presenté a los profesores de los cursos pre-congreso organizados por la SEPR. De paso, me quedé en el que trataba sobre “La gestión del combustible gastado. El Almacén Temporal Centralizado”. Sorprendentemente y a pesar de que soy del ámbito sanitario, me entero de todo y me resulta muy interesante el diseño, los mecanismos de protección radiológica, la ingeniería, las cuestiones socioeconómicas de la zona y la futura gestión del combustible gastado. La profesora ha sido totalmente eficiente…
Luego coloqué los posters que traía desde Zaragoza (esta vez me volvió a tocar a mí ser el porteador pero no me los olvidé en el hotel como en el congreso de Valencia) y busqué al residente para darle el tubo donde transportamos los posters y así liberarme del residuo…
Al día siguiente todo va muy rápido y es un no parar, un sin vivir… De hecho, empecé en un curso a las 8:00 y terminé en una sesión organizada por una de las empresas que presentaba su software de registro de dosis en un hotel a las 22:30. No sé si me va a caber todo en la cabeza… Cuando me fui a dormir pensé que aún quedaban dos días más así pero que, por lo menos, al día siguiente teníamos la cena de gala en EL CELLER DE CAN ROCA… Pero que gran cena. La comida genial y la compañía estupenda… No contaré más que luego todo son envidias…
Durante el congreso, tan interesante resulta estar en las diferentes actividades como charlar con los colegas de otros hospitales o de otras áreas de trabajo sobre temas comunes o transversales, de cómo haces tal cosa, cómo has resuelto aquel problema, qué pensamos hacer con esto o con aquello… Las casas comerciales también tienen un gran protagonismo y pasamos ratos viendo y comprendiendo sus productos…
Como viene a ser habitual en los congresos, me junto con mis tres Mosqueteros (Ricardo, José Miguel y Joan) que son compañeros, coetáneos en la Radiofísica Hospitalaria y amigos desde tiempos inmemoriales, que desempeñan las mismas funciones que yo en sus respectivos hospitales y con los que más documentos, trabajos y otras actividades comparto. Estamos juntos en casi todas las actividades y así debatimos y cuestionamos todos los puntos de vista. Bueno, a Ricardo lo vamos perdiendo de vez en cuando ya que tiene algunas reuniones de la SEPR… Va a ser Vicepresidente de esta sociedad y en dos años tendrá que ejercer de presidente… Ánimo chaval, tu puedes…

Foto de los tres Mosqueteros facilitada por el autor.


En un momento dado, Montse Ribas me presentó a dos de sus residentes y una de ellas es la que escribe en desayuno con fotones con el título de “diario de una residente”. Me gusta como escribe esta chica y pienso que seguro que ella escribirá sobre este congreso para el blog. Así que pienso que yo también debería hacerlo…
Ya en Zaragoza, tras el descanso del guerrero, el sábado 17 de junio por la noche veo una entrevista que le hacen al doctor Manuel Martín en la sexta noche. Son ya las doce de la noche y este señor es representante de la asociación española en defensa de la sanidad pública y da sus argumentos para rechazar las donaciones a la sanidad pública del señor Amancio Ortega. Sus argumentos no me gustan nada y hasta me cabreo un poco con esta historia. Así que al día siguiente le escribí una carta al señor Amancio Ortega que le envíe a través de su página web.
Termino esta entrada compartiendo con vosotros mi carta…

Acelerador Siemens Primus


Estimado señor:
Soy especialista en Radiofísica Hospitalaria del hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza. En nuestro hospital, hace unos 8 años, tuvimos en funcionamiento 3 aceleradores lineales para tratamiento de pacientes con cáncer. Entonces las técnicas de tratamiento eran básicamente de radioterapia conformada. En estos últimos 8 años se han desarrollado nuevas tecnologías que han dado lugar a nuevas y mejores técnicas de tratamiento que suponen un gran salto de calidad del que se ve favorecido el paciente.
Debido a la crisis, mi comunidad no ha podido reponer equipamiento y actualmente tenemos en funcionamiento 2 aceleradores lineales (el tercero lleva años parado por obsoleto e imposibilidad para mantenerlo) pero uno de ellos tiene más de 18 años, está casi obsoleto y es urgente su reposición.  Funciona gracias al mimo con el que se trata por parte del personal sanitario y del de mantenimiento.
Mi comunidad ha hecho un gran esfuerzo y tras varios años intentándolo se ha conseguido que podamos cambiar el acelerador lineal que lleva años parado y, gracias a su donación, podremos cambiar también ese segundo acelerador lineal que lleva más de 18 años en la brecha y al que le quedaba poca vida útil. Por fin, después de años con equipos casi obsoletos y usando técnicas de tratamiento conformadas podremos empezar a aplicar a nuestros pacientes las últimas técnicas de tratamiento con la mejor tecnología actual. Podríamos habernos quedado con un solo acelerador lineal e incluso la radioterapia de mi hospital podría haber desaparecido del todo después de más de 40 años tratando a pacientes de cáncer.
La falta de este equipamiento ha dado lugar a que la sanidad pública aragonesa haya tenido que mandar pacientes a la sanidad privada. Algo parecido ha pasado con los pacientes de necesitaban un estudio de PET. La sanidad pública aragonesa, a día de hoy, no dispone de PET. Por fin, para el año 2018 dispondremos de un PET en la sanidad pública (con otro gran esfuerzo del gobierno de Aragón tras esta crisis) con lo que tendremos que derivar menos pacientes a la sanidad privada.
La idea que le quiero transmitir es que es de vital importancia para la sanidad pública disponer del equipamiento necesario y de las últimas tecnologías para el diagnóstico y tratamiento del cáncer ya que si no es la sanidad privada la que se ve favorecida. Su contribución ayuda a que la sanidad pública siga adelante y que mantenga unos estándares de calidad adecuados a los tiempos que corren.
Por otro lado, su contribución va a hacer que podamos cambiar 11 mamógrafos que utilizan tecnología de radiografía computarizada por otros con tecnología de panel plano con tomosíntesis y otras utilidades que van a mejorar mucho el diagnóstico del cáncer de mama. Estos equipos nuevos presentan mucha mejor calidad de imagen impartiendo la mitad de dosis de radiación a las pacientes. Este es un salto que deberíamos haber dado hace más de 4 años y que la crisis nos ha impedido realizarlo.
Por todo ello le quiero dar las gracias con argumentos tangibles.
Del 13 al 16 de junio celebramos en Girona el 5º congreso conjunto de la Sociedad Española de Física Médica y de la Sociedad Española de Protección Radiológica. Allí nos juntamos especialistas de Radiofísica Hospitalaria de toda España (junto con otros especialistas en protección radiológica de sectores industriales, nucleares, universidades…) y todos con los que yo mantuve conversaciones al respecto apoyaban con ilusión su aportación.
Parte de nuestro trabajo es realizar el control de calidad de este equipamiento y somos los que mejor conocemos su estado. Por eso, cuando el sábado 17 de junio escuche la entrevista que le hacían en el programa de la sexta noche al doctor Manuel Martín (representante de la asociación española en defensa de la sanidad pública) pensé en hacer un escrito para rebatir los argumentos que esgrimía en contra de su donación. Este señor decía que “no es cierto que falten recursos tecnológicos” y que “tenemos suficientes recursos para hacer frente a la demanda”. Pues en mi comunidad (como acabo de describirle) y en muchas otras estas afirmaciones son completamente falsas. Rechazando sus aportaciones solo conseguimos que la sanidad pública tenga que derivar más y más pacientes hacia la sanidad privada y esta asociación conseguiría justo lo contrario de lo que indica el nombre de esa asociación.
Otras afirmaciones de este señor me parecen pura demagogia. Afirmaciones como “esto es una privatización de la sanidad a través de la financiación de la misma”, “no es una donación es una inversión”, “intervención que fomenta el uso intensivo de la tecnología”, “esta donación apuesta por el screening” o “los equipos están parados por las tardes y se podrían utilizar los sábados y los domingos” no se sostienen en la sanidad pública.
Creo que la asociación española en defensa de la sanidad pública se ha equivocado en sus declaraciones y en los argumentos esgrimidos para despreciar su donación. No representa al grueso de profesionales que trabajamos en este ámbito y tampoco representa a los pacientes. Afortunadamente, no depende de ellos aceptar su donación y las comunidades están utilizando su donación para cambiar y actualizar muchos equipos cuya finalidad última será la mejora del diagnóstico y del tratamiento de nuestros pacientes dentro de la sanidad pública.
Mi más sincero apoyo y agradecimiento.

Zaragoza a 23 de junio de 2017.                                                                                                                                                                                                                                            Fdo: Pedro Ruiz Manzano

PD: Me pasa como a Manolo Vilches, no nos podemos morder la lengua…

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