37 Congreso ESTRO. Barcelona, 24-28 de abril de 2018

Sumario:

Escribo estas líneas desde la zona Wifi del aeropuerto de Barcelona mientras espero para coger el avión que me lleve de nuevo a mi isla preferida: Gran Canaria. Acabo de estar 4 días disfrutando de mi primer congreso ESTRO (#ESTRO37) y siempre digo lo mismo, pero la verdad ¡es que no ha defraudado para nada! […]

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Escribo estas líneas desde la zona Wifi del aeropuerto de Barcelona mientras espero para coger el avión que me lleve de nuevo a mi isla preferida: Gran Canaria. Acabo de estar 4 días disfrutando de mi primer congreso ESTRO (#ESTRO37) y siempre digo lo mismo, pero la verdad ¡es que no ha defraudado para nada!
Tras haberme estrenado hace unos meses en mi primer congreso (el IV Congreso Conjunto SEFM-SEPR) ahora tocaba subir un nivel y pasar a un evento más internacional en el que todas las charlas y ponencias eran en inglés.
Al principio como visitante novata a esto de los congresos, te centras en acudir a todas las sesiones “teóricas” posibles… Te lees y te relees el programa, intentando escoger la mejor combinación que te permita ver la mayor variedad de temas posibles, intentando aunar que los contenidos sean lo más atractivos posibles y que no se te quede “nada importante” por ver…

Pero enseguida te das cuenta que un evento de estas características tiene un fondo mucho más profundo que el “simple” hecho de acudir a los simposios y ponencias (digo “simple” entre comillas, porque con lo días se va notando el cansancio y eso de meterte en una sala a escuchar y escuchar contenido nuevo cada vez va costando más…).
Un evento como la ESTRO que contaba con todo un hall lleno de stands de diferentes casas comerciales, hace que otra parte importante del evento sea pasar tiempo en esta zona de “Industria” en la que puedes aprender tanto o más que en las “charlas teóricas”. Y digo tanto “o más” porque puedes asistir también a pequeños coloquios, pequeñas demostraciones…y hasta puedes pedir cita para que te expliquen o te muestren alguno de los servicios o herramientas que ofrezca dicha casa comercial.
Fue así como yo, muy bien acompañada por un puñado de “co-erres” y “resis mayores” pude ver el nuevo acelerador de Varian, el Halcyon. También me apunté cuando un adjuto y una resi habían pedido cita para ver el Unity, la MR-Linac de Elekta. Durante otra pausa de comida una comercial muy amable me explicó cómo planificar con Mónaco… y una vez jugueteé con este nuevo sistema de planificación de tratamientos…me dije: ¡Esto será solo el principio! Así que no pude irme de la ESTRO sin pedir sendas demos de: Pinnacle (Phillips) y Raystation (Raysearch).

Otra parte fundamental sin duda es el “networking”: conocer gente nueva que trabaja en este mundillo, y que te puede aportar muchas experiencias y puntos de vista… Pero mucho me temo que este pilar se beneficia mucho de las fiestas y cenas de gala… Y sin duda, las casas comerciales lo saben. No en vano, aparte de la fiesta organizada en la noche del lunes en una discoteca muy famosa de Barcelona: la sala Razzmatazz, las distintas marcas organizaron eventos durante todo el fin de semana. Para acudir a dichos eventos había que registrarse previamente, y tras recibir una copa de bienvenida, lo primero era asistir a un cierto número de ponencias. Pero no vamos a engañarnos, la cena que esperaba luego siempre merecía la pena!

Y sin más, creo que va siendo hora de cerrar un capítulo más. He vuelto de la ESTRO agotada pero encantada de todo lo que he aprendido. Definitivamente esto de acudir a congresos como todo requiere de experiencia, y con ella vas aprendiendo cómo gestionar mejor el tiempo y cómo disfrutar al máximo sin olvidar la máxima principal que para una residente como yo es y será por mucho tiempo: APRENDER.
Estoy a escasas dos semanas de convertirme en R3, y he de decir que ya sólo la sensación me abruma…así que estoy segura que en breve volveréis a oir de mí.

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