Sumario:
Este año se ha celebrado en Viena el congreso ESTRO 36, organizado por la European Society for Radiotherapy and Oncology, del 4 al 9 de mayo. Se trata de un congreso al que acuden gran parte de los profesionales sanitarios asociados con la radioterapia oncológica (oncólogos radioterápicos, radiofísicos, radiobiólogos y técnicos de radioterapia), así como […]
Este año se ha celebrado en Viena el congreso ESTRO 36, organizado por la European Society for Radiotherapy and Oncology, del 4 al 9 de mayo. Se trata de un congreso al que acuden gran parte de los profesionales sanitarios asociados con la radioterapia oncológica (oncólogos radioterápicos, radiofísicos, radiobiólogos y técnicos de radioterapia), así como representantes de la industria, tanto para presentar sus avances tecnológicos, como para hacerse eco de los avances científicos que pueden desarrollarse tecnológicamente para ser comercializados en un futuro. Adicionalmente se han incorporado secciones que permiten a los pacientes tratados compartir sus experiencias con quienes los tratan desde el otro punto de vista, el del paciente. La asistencia a este evento supera los 4000 participantes. El próximo año se celebrará en Barcelona, donde también se celebró en 2007, 2010, 2012 y 2015, y es que Barcelona es la ciudad europea donde más veces se ha celebrado este evento.
Desde el punto de vista de las novedades presentadas, cabe destacar el despegue del acelerador lineal integrado con una resonancia magnética, en el que empezaron a trabajar Bas Raymaekers y Jan Lagendijk en 2005 y que desde 2015 es un equipo que permite tratar y visualizar el tumor de una forma mucho más precisa. Aunque por ahora sólo hay siete máquinas de este tipo en funcionamiento en el mundo y están más enfocadas a investigación que a tratamiento intensivo de pacientes, este equipo abre la puerta a una nueva manera de enfocar la radioterapia. No sólo permite ver mejor la zona a tratar, sino que es posible modificarla según se vaya reduciendo el tumor y adaptando la conformación del tratamiento al movimiento del tumor, tanto diario, debido a la respiración u otro tipo de movimientos del paciente, como interfracción, debido a la reducción del tumor durante el tratamiento, al adelgazamiento del paciente, a incertidumbres en el posicionamiento diario…
De hecho, se realizó un debate sobre cuál de estas tecnologías será superior en el futuro entre Bas Raymaekers y Tony Lomax, del centro de protonterapia de Ginebra, y venció por amplia mayoría entre los asistentes la apuesta de Raymaakers, el acelerador lineal con resonancia magnética, frente a los tratamientos con protones. Cabe reconocer que el tratamiento en unidades con resonancia magnética parece mucho más prometedor ya que permitirá el tratamiento mucho más individualizado del paciente y permitirá reconocer zonas radiorresistentes y radiosensibles, si bien aún no están desarrolladas estas tecnologías, por lo que la mayoría de las unidades de este tratamiento se encuentra en hospitales con una alta capacidad de investigación.
De la participación española en física médica podemos destacar la victoria en otro debate científico de Nuria Jornet, radiofísica del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona y presidenta del comité de Física de dicha organización. Ella defendió que la partida que más debería crecer en esta organización es la de educación, frente a otras propuestas como aumentar la investigación de la aplicación del data mining y big data a radioterapia, brillantemente defendida por André Dekker, mejorar el modelado de biológico a partir de imágenes funcionales, defendido por Markus Albert, o el abaratamiento del tratamiento con protones, por Thomas Bortfeld.
Este año los asistentes españoles al encuentro europeo se reconocían por haber cambiado su cara de envidia tradicional, o casi llanto en los últimos años, a una tímida sonrisa y una nueva palabra que pasaba de boca en boca: «zaratrón». Y es que sin duda el mejor invento para la mejora de la vida de las personas es la generosidad, como la que ha demostrado la fundación Amancio Ortega al permitir la compra de nuevo equipamiento en radioterapia. La fundación Amancio Ortega ha donado 320 millones de euros para la adquisición de equipamiento oncológico para el Sistema Público de Salud. Este programa, que se suma al que ya está en marcha en Galicia y en Andalucía (con presupuestos adicionales de 17 y 40 millones de euros respectivamente), va a permitir la adquisición de casi 300 equipos de diagnóstico y de terapia del cáncer. Es muy difícil que una sola persona haga tanto por mejorar la vida de tantas personas y aumentar sus expectativas y calidad de vida como han hecho Amancio Ortega y su fundación con su donación y aprovecho la oportunidad que me da el blog para expresar desde aquí mi agradecimiento.