¿Qué es la mamografía?

El examen de mamografía estándar generalmente incluye cuatro exposiciones; dos a cada pecho. Las dosis de radiación adecuadas se establecen mediante la evaluación de los profesionales de la Física Médica y un buen programa de garantía de calidad.

Por lo tanto, el beneficio de la mamografía para detectar el cáncer temprano supera con creces el riesgo de radiación del examen. La dosis al tejido mamario de la mamografía es aproximadamente equivalente a la dosis de cuerpo entero de la radiación de fondo anual.

Un factor a considerar en la mamografía es la compresión de la mama durante el examen. Es necesario comprimir la mama para obtener imágenes nítidas y detalladas. Esto puede ser incómodo para algunas personas, pero es necesario para obtener imágenes de alta calidad.

El personal técnico que realiza los exámenes de mamografía está entrenado para minimizar el dolor y la incomodidad durante el examen.

La mamografía digital, es un sistema de mamografía en el que la película de rayos X es reemplazada por sistemas electrónicos que transforman los rayos X en imágenes. Estos sistemas son similares a los que tienen las cámaras digitales y su eficiencia permite obtener mejores imágenes con una dosis de radiación más baja.

La tomosíntesis es una evolución de la mamografía digital. Con esta técnica se adquieren múltiples imágenes desde diferentes ángulos y se obtiene una imagen tridimensional de la mama, permitiendo una mayor detección y mejor caracterización de las lesiones mamarias.

Numerosos estudios han validado la tomosíntesis como técnica complementaria a la mamografía digital, que permite incrementar la sensibilidad del estudio mamográfico.

Si bien la dosis de radiación para algunos sistemas de tomosíntesis es levemente más alta que la dosis utilizada en la mamografía estándar, aún se encuentra dentro de los niveles seguros de radiación aprobados para mamografías.

La radiación ionizante utilizada en la mamografía es de muy baja energía, por lo que es muy segura. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la exposición a cualquier forma de radiación ionizante, aunque sea baja, puede tener efectos a largo plazo.

Por lo tanto, es importante evitar la exposición innecesaria a la radiación ionizante y seguir las recomendaciones de los profesionales médicos sobre cuántas mamografías deben realizarse y con qué frecuencia.

Por lo general, se recomienda que las mujeres (a partir de los 50 años) se sometan a una mamografía cada uno o dos años, dependiendo de su edad y factores de riesgo individuales.

Por otro lado, es seguro hacerse una mamografía durante el embarazo. Se estima que la dosis de radiación recibida por el feto durante la mamografía es extremadamente pequeña: 26 veces menor que la dosis recibida por el feto durante un mes de radiación de fondo natural.

Una buena calidad de imagen y un nivel optimizado de dosis son requisitos de calidad imprescindibles en mamografía, especialmente cuando se llevan a cabo programas de cribado mamográfico.

En estos programas se pretende detectar cáncer de mama en estadios muy iniciales, lo que implica lesiones de muy pequeño tamaño y exige una alta calidad de imagen. También son muchas las mujeres que participan en estos programas y a cada una de ellas se le realizará una mamografía bienal durante 20 años (diez mamografías bilaterales entre los 50 a los 70, generalmente) por lo que tienen un impacto significativo en la dosis colectiva.